Carta que forma un parteaguas actual.

Hola Luis:
Te felicito, ¡¡Lo lograste !! Eres todo un triunfador... En tan sólo dos meses hiciste que yo te amara profundamente y también que afortunadamente te olvidara.
Pienso que estas acostumbrado a hacer con las personas lo que hiciste conmigo. Logras que se enamoren de ti y luego los botas como papel sanitario.
Lo que hiciste el sábado no tuvo madre, traté de ponerme en tu lugar, y entender lo que pasa por tu pequeña cabeza, pero he llegado a la conclusión de que te excediste. Yo valgo mucho y merezco respeto.
Eres una persona que no valora ni las cosas, ni el esfuerzo que hacen los demás por tí, ni tampoco a las demás personas. Eres realmente ingrato. Pero, afortunadamente para mi, cuando me enfrento con la ingratitud de la gente, mi cerebro enciende una luz roja, y detiene todos los procesos impidiendo que yo siga adelante con situaciones que no valen la pena.
Pero hay algo más, tu me recuerdas muchísimo a mi abuela, tus actitudes caprichosas y de divo, se parecen mucho a los desplantes que ella hacía con todo el mundo. Por ello, sus hermanas la odiaban, no pudo retener a nadie, aunque por fortuna nos tuvo a mi madre y a mi.
Al final de su vida mi abuela comprendió lo infantil de su proceder y me pidió perdón. Cometió muchos errores en su vida, pero tuvo la humildad de reconocerlos. Pero mi abuela fué mi abuela, no un escuincle anoréxico, pendejo y culero.
Siempre he pensado que cuando se quiere, se puede, y me has demostrado hasta la saciedad que no quieres. debo aceptarlo. Lo que no acepto, es que te hagas el ofendido, cuando yo debería ser el ofendido con tu temperamento voluble y caprichoso.
Creo que el tiempo pondrá las cosas en su lugar, ésto, aunque sea doloroso, creo que pasará. Nos acercamos al final de nuestra civilización y somos tan estupidos que no nos damos cuenta y nuestro egoísmo y arrogancia no nos permite dejar fluir el amor, que es perenne y poderoso, pero que nuestras vidas pueden ser tan breves como un suspiro y ese amor, puede quedar trunco y desperdiciado, sólo por la cobardía de no atreverse a tomarlo.
El amor que pudimos haber vivido juntos no creo que se hubiera comparado con nada, pero eso nunca lo sabrás, ni yo tampoco. ¡Que lástima!
Yo tengo muchos defectos y errores, Pero contigo, yo siempre actué de buena fe y buscando siempre tu bienestar, aún a costa del mío. Pienso que yo si se amar y tu, desgraciadamente no. El sábado comprendí que no puedo permitir que me humilles, fuiste grosero y vanidoso en extremo.
La bolsa con tus cosas la arrojé por la ventana del carro en la esquina de Cerro del Agua y Eje 10, espero que la persona que la recogió, no la considere basura y le sirva de algo.
¿Recuerdas lo que te pregunté el día que nos conocimos? Te pregunté: ¿Que se siente ser tan deseado? Que chistoso. Tu me dijiste que yo era un niño mimado y que mis problemas, comparados con los tuyos eran muy poca cosa. Eso es muy subjetivo.
Yo te recomiendo para el futuro y por tu bien, que tengas mucho cuidado cuando ofrezcas un abrazo como el que me ofreciste, pues allá afuera hay gente muy loca y la maldad es tan azarosa, que no puedes ir por el mundo jugando con los sentimientos de las personas, sin que algo pueda llegar a sucederte.
Por mi parte, ésta es la última vez que sabrás de mi, pues ya no te molestaré mas. Ni correos, ni llamadas, ni nada.Esto será seguramente un alivio para ti, pensarás que "que bueno que me libré al fin de este guey tan imbécil". Ni modo.
Con este mensaje te estoy mandando a la chingada. Que te vaya bien y pórtate como quieras.
Erick. (14 de Febrero de 2006).